sábado, 21 de abril de 2007

Nunca he sabido hacer el equipaje

Nunca he sabido hacer el equipaje. Me cuesta meter en una maleta la melancolía y la tristeza, o la ilusión y la esperanza. Es mejor aceptar que, sencillamente, no sé como hacerlo. Siento que cada vez que me voy de un lugar dejo atrás una parte de mí mismo, algo que no soy capaz de llevarme. Esa parte que se queda junto a las personas que he conocido, en los lugares que he frecuentado. Habitualmente no me importa, no consigo conectar con la gente, pero me sienta fatal cuando lo he conseguido.
Por eso estoy tan triste esta noche. Aquí he encontrado algo que ya no esperaba. No sé si lo comprenderá, pero he de irme. Estamos demasiado implicados, o al menos yo lo estoy. Es mejor acabar con esto cuanto antes e irme ya, que esperar a que sea demasiado tarde y no tenga más remedio que escapar otra vez. Antes de que empiecen a aparecer muchos a la vez y lo noten los demás. Me habría gustado explicarle que no es posible, que yo no puedo llevar una vida normal, que conmigo no hay futuro alegre y final feliz, pero casi habría sido peor. Si le hubiera contado la verdad no me habría creído, y una mentira le habría hecho más daño que irme sin más. Y tengo miedo de que lo haya notado. Si se da cuenta y me pregunta me derrumbaré. No puedo decirle que no son personas vivas, que los atraigo porque cerca de mí son visibles para los demás. No hay uno solo que no lo desee con toda su alma, están desesperados por comunicarse con los vivos. Hoy he visto al primero de ellos desde que estoy aquí. Es mi vida, debería aceptarlo de una vez. He de irme.
Cierro la puerta y bajo las escaleras. Allí abajo, en el portal, me espera una sorpresa. Viene con las maletas. Igual esta vez no me voy solo. Igual esta vez me cuesta un poco menos llevarme la ilusión y la esperanza.

Fotografía: mizuiroelk.


El cuentacuentos

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

3 comentarios:

  • tormenta
    22 abril, 2007 11:47

    vaya, qué bueno Vran, me ha gustado mucho... es como un misterio que se va desvelando poco a poco, con mucha delicadeza, escrito con sensibilidad; breve, sencillo pero intenso :) Mis felicitaciones.
    el único pero es que para mi al leerlo le faltaba alguna coma, pero es que a mi me encantan las comas... asi que nada, no me hagas ni caso.
    Un beso y hasta la proxima historia.
    pd. (perdona que me meta, no puedo evitarlo...) tienes Gothika en "pendientes"? mi consejo es que no pierdas un minuto de tu vida en leer algo semejante... :P
    Eso si, los Hijos de Anansi, es imprescindible.
    pd.2. te está quedando muy bien el blog ;)

  • Anónimo
    22 abril, 2007 17:26

    Estupendo relato Vran, rezuma misterio, como a mi me gustan :D.

    Enhorabuena por él.

    Un beso.

  • vran
    23 abril, 2007 19:47

    Gracias a las dos por los comentarios.
    Puede que le falte alguna coma a una frase. La corregiré ;-)
    La intención era precisamente esa, ir contando el motivo de la partida poco a poco, dejando a la imaginación de cada uno que ponga lo que falta, que no es mucho. Me alegra que le quedara esa apariencia de misterio.

    Tormenta: No fastidies, que ya lo compré. El caso es que había leído buenas críticas del libro. No tenía intención de leerlo ya, pero a lo mejor lo dejo un poco más.
    A los hijos de Anansi le tengo unas ganas... Por ahora, lo que he leído de Neil Gaiman, me ha gustado ;-)

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